lunes, 20 de agosto de 2012

Andanzas de la rana urbana


Desde las nalgas del lanzador

Dicen, quienes han viajado por todo el planeta, que cuando se conoce un lugar como la palma de la mano, se está conociendo el mundo. Independientemente de qué tan cierto resulte, la presencia del imaginario colectivo de cada barrio, para mí, es contundente. Y no puede ser de otra manera en aquel que es mi morada.



Lugar de glorias pasadas, pues fue colonia rica en tiempos de Don Porfirio y asentamiento de generalotes recién ingresados en la nueva burguesía de la época post revolucionaria, hoy luce todavía desgarrado por el recuerdo de lo vivido y perdido en el terremoto del 85.



Hay, para empezar, diversidad religiosa: cuatro templos católicos,dos evangélicos, tres sinagogas y el principal de la cadena "Pare de Sufrir". Ni modo, no puedo evitar ver a las diferentes iglesias como cualquier empresa y es que en realidad lo son. Han emprendido la tarea de controlar a las masas. La cercanía con Dios es merengue de otro pastel.



Al paso que vamos, no me sorprendería que de repente apareciera una mezquita. Ya intentaron por ahí unos del Hare Krishna pero, como dirían los comerciantes, no cuajó. En una casa color de rosa que perteneció a la actriz María Conesa y que se encuentra en la esquina de Chiapas y Monterrey, se reúnen los testigos de Jehová y, como dirían aquí también los comerciantes, poco a poco se va acreditando; así que en materia de espiritualidad, hay de chile, de dulce y de manteca.



La Plaza del Lanzador es el gran teatro de los jefes de manzana, intermediarios entre el pueblo y quien viene siendo el presidente municipal en turno. Y en verdad no hay mejor modo de ilustrar lo que se enseña en la escuela de arte dramático respecto a la creencia y fe escénica.

Todos son creyentes, por lo menos mientras duran las reuniones. Unos creen que a través de ser escuchados por la clase política se compondrán las cosas malas del barrio, otros, creen que las promesas que hacen las llegarán a cumplir o de plano, le apuestan al olvido de la gente. Los únicos despiertos no se van porque creen que pueden llegar a ser jefes de manzana.

En la Plaza del Lanzador pululan las esperanzas junto a los muladares del parque.


























2 comentarios:

  1. Otra parte de la Roma que nos muestras Adriana

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    1. Gracias por tu comentario, Modesto. A ver si vas al encuentro de poetas este sábado 4 de abril a las 11, en la Escuela de Cronistas Carlos Monsiváis, en Azcapotzalco. Me dará mucho gusto conocerte personalmente. Un abrazote.

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