Desde
las nalgas del lanzador
Dicen,
quienes han viajado por todo el planeta, que cuando se conoce un
lugar como la palma de la mano, se está conociendo el mundo.
Independientemente de qué tan cierto resulte, la presencia del
imaginario colectivo de cada barrio, para mí, es contundente. Y no
puede ser de otra manera en aquel que es mi morada.
Lugar
de glorias pasadas, pues fue colonia rica en tiempos de Don Porfirio y asentamiento de generalotes recién ingresados en
la nueva burguesía de la época post revolucionaria, hoy luce
todavía desgarrado por el recuerdo de lo vivido y perdido en el terremoto del 85.
Hay,
para empezar, diversidad religiosa: cuatro templos católicos,dos evangélicos, tres sinagogas
y el principal de la cadena "Pare de Sufrir". Ni modo, no puedo evitar ver a las
diferentes iglesias como cualquier empresa y es que en realidad lo
son. Han emprendido la tarea de controlar a las masas. La cercanía
con Dios es merengue de otro pastel.
Al
paso que vamos, no me sorprendería que de repente apareciera una
mezquita. Ya intentaron por ahí unos
del Hare Krishna pero, como dirían los
comerciantes, no cuajó. En una casa color de rosa que perteneció a
la actriz María Conesa y que se
encuentra en la esquina de Chiapas y Monterrey, se reúnen los
testigos de Jehová y, como dirían aquí también los
comerciantes, poco a poco se va acreditando; así que en materia de
espiritualidad, hay de chile, de dulce y de manteca.
La
Plaza del Lanzador es el gran teatro de los jefes de manzana, intermediarios entre el pueblo y quien viene
siendo el presidente municipal en turno.
Y en verdad no hay mejor modo de ilustrar lo que se enseña en la
escuela de arte dramático respecto a la
creencia y fe escénica.
Todos
son creyentes, por lo menos mientras duran las reuniones. Unos creen
que a través de ser escuchados por la clase política se compondrán
las cosas malas del barrio, otros, creen que las promesas que hacen
las llegarán a cumplir o de plano, le apuestan al olvido de la
gente. Los únicos despiertos no se van porque creen que pueden
llegar a ser jefes de manzana.
En
la Plaza del Lanzador pululan las esperanzas junto a los muladares
del parque.
Otra parte de la Roma que nos muestras Adriana
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Modesto. A ver si vas al encuentro de poetas este sábado 4 de abril a las 11, en la Escuela de Cronistas Carlos Monsiváis, en Azcapotzalco. Me dará mucho gusto conocerte personalmente. Un abrazote.
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